lunes, 26 de marzo de 2012

EN PALABRAS DE UN ESTUDIANTE


Mi nombre es Juan Manuel Fernández Alves Dacunha, tengo 22 años y estudio Abogacía en la Universidad de Buenos Aires.
Mi primer contacto con el programa la Justicia va a la Escuela fue hace 6 años durante el 4° año de mi escuela secundaria en el Instituto San José de la Obra Don Guanella. Se presentaron aquella tarde tres jueces junto con la coordinadora pedagógica del programa y autoridades de Asociación Conciencia.
Recuerdo que inicialmente nos dieron una noticia periodística respecto a un accidente de tránsito ocurrido en la Avenida Santa fe y nosotros teníamos que ponernos en el rol de jueces y dictar, en virtud de nuestro criterio, una sentencia que imparta justicia a los hechos en aquella noticia relatados.
Realmente nuestras respuestas fueron muy variadas, el abanico de opiniones incluía reclusión perpetua, multa, inhabilitación, absolución y hasta multa para el peatón que había cruzado la Avenida Santa fe por la mitad de la calle.
Luego de este trabajo, junto con los magistrados coordinadores de la actividad reflexionamos respecto de las deficiencias de las noticias en transmitir completamente los hechos de las distintas causas que tramitan en los juzgados o bien que lo hacen desentendidos del derecho en cuestión, y eso lleva a que veamos como cuestionables algunas decisiones judiciales que en realidad se dictan al amparo de las normas. Esto no quiere decir que la sociedad deba renunciar a tener un espíritu crítico respecto del comportamiento de la justicia, sino que debe hacerlo analizando todas las aristas que intervienen en una decisión judicial.
Hoy, ya no como alumno del colegio secundario sino como estudiante de Abogacía, considero que esta iniciativa debe replicarse en cada uno de los colegios de nuestro país, dado que son muy pocas las oportunidades que tenemos de encontrarnos cara a cara con los funcionarios de los poderes del Estado y que en este caso, los jueces se preocupen por escuchar nuestras inquietudes y transmitirnos la realidad de su labor, habla sin duda de su calidad humana y su responsabilidad.

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